lunes, 13 de septiembre de 2010

Una de vaqueros... por favor

La última vez que leí una novela de vaqueros fue cuando tenia unos once años. Fue una de Zane Grey y ahora me doy cuenta de que era como ver una película de John Ford. El polvo del desierto, los buenos, los malos, los indios y toda la parafernalia de caballos, pistolas, estrellas de sheriff y familias honradas que ayudar... Lo único que recuerdo de aquellas novelas es que me servían para pasarme una semana con una pístola de plástico y un gorro cutre de fieltro jugando a los vaqueros; vamos, cómo Felipe el amigo de Mafalda.
Por eso cuando vi que Galaxia Gutemberg publicaba con éxito arrolador una novela de vaqueros me quede pasmado. Una novela para minorias o nostálgicos del Oeste John Wayne, pensé.
Warlock es una novela de vaqueros de Oakley Hall, escritor norteamericano del siglo pasado. Con esta tarjeta de presentación a uno le entra pereza y ganas de aprovechar para echar una siestecita... pero cuanto nos equivocamos si nos guiamos por prejuicios.
Apasionante. Warlock esta repleta de personajes típicos del western cinematográfico es verdad, pero con una peculiaridad. Tanto los malos como los buenos son personajes profundamente humanos, unos y otros tienen virtudes y defectos... pero llevado al extremo pues los dos protagonistas antagónicos en su papel de bueno y malo están unidos por la amistad.
Además la acción esta dosificada en su punto justo para que la novela no se convierta en una matanza sangrienta a lo cine gore. Ayuda mucho los continuos diálogos entre los personajes que sirven para ir descubriendo que detrás de la fachada de tipo duro siempre hay un corazón humano que ama, vive y sufre.
Las descripciones de Warlock son memorables, y no me refiero a la de los paisajes que no están nada mal, sino a las descripciones físicas de los personajes. Hall utiliza los adjetivos proporcionadamente y con el significado exacto. En esto habrá ayudado mucho la excelente traducción de la editorial.
La novela solo tiene un bache; casi al final Hall se desmarca con una página subidita de tono, pero se lo disculpamos porque nos ha proporcionado 700 páginas previas de buenísima calidad. Además el desenlace de la trama es muy acorde con la mezcla de esperanza y desolación típicas del Oeste nortemericano.
Al final resulta ser una de las mejores novelas que me he leido en los últimos tres años... y casi me dan ganas de buscar en el fondo del armario a ver si encuentro la estrella de sheriff de latón, el gorro cutre de vaquero y salir a hacer un poco de justicia por el mundo... aunque yo no valga para ello.
Morgan Cletus

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